Dichoso yo
que recibo tu amor
Tan dulce y
delicado como la flor
Que va
creciendo con la luz del arrebol
En mi vida
tú me alumbras más que el sol.
II
Sólo me toca
agradecer a Dios
Por ser tan
dichoso y recibir tu atención
Tu ser tan
mágico de entregarme tu corazón
Hace que me
rinda a tus pies sin contemplación.
III
Tu voz tan
dulce, sutil y amable
Me hace
verte, hermosa y adorable
Es un
arrullo divino para vivir
En esta
soledad prolongada y sin fin.
IV
Soy muy
dichoso al tenerte a ti.
Adoro tu
nombre muñeca perfecta
Eres tan
hermosa creación predilecta
Prometo
amarte por siempre doncella selecta.
V
Eres
maravillosa y tan hermosa
Que hasta el
jardín de rosas
Se rinde a
tus pies de manera pomposa
Sin medidas
ni lamentos, mujer glamurosa.
VI
Sigo siendo
un hombre dichoso
De tener la
pureza de tu alma
En mi vida
para saciar mi paz y mi calma.
VII
Mujer
divina, libre de tentaciones
Dios derrame
en ti miles de bendiciones
Eres para
mí, el más grande tesoro
Pasaré mi
vida admirándote mientras te adoro.
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