lunes, 9 de mayo de 2016

A Esmeraldas mía, mi tierra
I
Tierra verde, altiva y gloriosa
Eres más que mi alegría
Mi sensación maravillosa
II
Hoy te escribo desde lejos
Pero cuando me miro en el espejo
Tu recuerdo invade mi mente
Y me hace añorarte con melancolía
En esta triste agonía, de no verte durante el día.
III
Pero siempre te llevo en mi mente
Y busco la fecha precisa
Para llegar a ti de manera concisa
Y respirar tu clima, mar y sol.
IV
Tus bosques y  tu río
 me llenan de vida y curan mi alma
Que está enferma de no estar a tu lado
Volver a ti sería todo lo anhelado.
V
Y por no tenerte pierdo la calma,
pero mencionar tu nombre
Me reconforta ,  el alma
Pronto estaré disfrutando de tus palmas.
VI
 Monto mi caballo y galopo por la vida
Cosechando triunfos y fracasos sin despedida
Porque contigo aprendí cuando niño
A amarte , respetarte y honrarte cariño
 como lo hicieron tus hijos de antaño
Vargas Torres, Concha y Cervantes,
 quienes le dieron lustre a tu nombre
Y te defendieron con honor, hidalguía y coraje.
VII
Yo tengo mi equipaje
Listo para volverte a ver
Cuando sea menester
Y abrazarte llegando de viaje.
VIII
Ley de todo hijo
Que regresa a su tierra
Donde nació y vivió una vida bella
Y conoció a su primera doncella
El amor más puro y que me enamoró de ella
IX
Como extraño tu comida
Lloro y río al recordarte
Tus sabores son como el arte

Primero muerto antes que dejar de amarte.

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