La década perdida…
Autor: James Monroe
I
Ya casi han pasado diez años,
desde que subió este gobierno,
a llenarnos de deudas y a entretenernos,
Empoderándose de todo y haciendo mucho daño.
II
A los pobres les mintió,
a los ricos intimidó,
pero al fin y al cabo,
también tienen rabo de pavo.
III
Cantando, gritando y vociferando,
que los pobres son los mandantes,
ideas que hoy no suenan altisonantes,
y el pueblo se los creyó en ese instante.
IV
La economía estaba en auge,
cuando llegó al poder,
hoy solo quedan deudas,
y crisis a más no poder.
V
Descalificando a sus opositores,
de analfabetos y horrorosas,
nadie como él, sabio de Tolosa,
sus seguidores le hacen, ofrendas
pomposas.
VI
La prensa “neoliberal y corrupta”,
calificada por el supremo, con pésima
conducta,
tuvo que valerse de los Derechos
Humanos,
casi silenciados por quienes juraron
defenderla, hasta con sus manos.
VII
Y desprestigió a los partidos
tradicionales,
que, con un Congreso en vacacionales,
los destituyó de golpe y porrazo,
para luego con una Asamblea abrirse
paso.
VIII
Y
con una Asamblea en la mano,
creó una Ley Suprema, sin condición,
entre gallos y media noche,
el pueblo la aprobó,
creyendo que era la solución.
IX
A partir de la consecución de ese
hecho,
dijeron ser un país de Derecho
se valieron de la ratificación,
que en la triste elección,
el pueblo le dio a la Constitución
X
No podía ver ni pintado,
a un opositor entrevistado,
la paranoia lo tenía asustado,
vino el 30 S y dejó a los militares
cortados.
XI
Creó un Estado obeso y acabado,
el cual quedó despilfarrado,
desde el inicio de su primer gobierno,
sus funcionarios vestían de frac y
terno.
XII
“Antes” andaban a pie, sudados y en buseta,
ahora viven en Samborondón y arman maleta,
cada vez y cuando, para visitar Miami
y Orlando,
dicen ser socialistas, pero gustan del
buen vestir,
se cubren las espaldas, porque juran
que es parte del buen vivir.
XIII
Por eso grito, hoy yo no quiero pagar,
un impuesto para poder pensar;
me quieren cobrar,
hasta por mi derecho a reflexionar.
XIV
Me rehúso totalmente,
a pagar por un derecho,
que es el libre pensamiento,
de un mundo predilecto.
XV
Pero a un gobierno se le ocurrió,
cobrar hasta por los derechos,
y dejar a la población,
sin ninguna explicación.
XVI
Todo pasa, todo queda,
pero ¿será que acabarán
las exigencias del mandatario?,
¿será que este pueblo las terminará?
XVII
En las calles se manifestarán,
porque están hartos de tanta crueldad;
con el cuento de que paguen más,
los que gozan de comodidad,
tanto irá el cántaro al agua,
que al final se romperá.
XVIII
Como que si fuera un delito,
gozar de bienestar,
trabajando y trabajando,
generando prosperidad.
XIX
Hoy estamos aquí,
de pronto mañana por allá,
pero queremos dejarles,
a nuestros hijos seguridad.
XX
Nos quieren imponer,
un tributo por libre pensar,
nos quieren condicionar,
con absoluta arbitrariedad.
XXI
¡Vaya Patria!, ¡pobre Tierra Sagrada!
de eso ya no queda nada,
sólo deudas a los chinos,
que nos miran sin destino.
XXII
Democracia, ¿dónde estás?,
yo te veo claudicar;
no pretendan silenciar,
a la voluntad popular.
XXIII
Cada muestra de inconformidad,
se va mostrando hasta la saciedad,
cuando los actores sociales,
enfrentan esta triste realidad.
XXIV
Pero la prepotencia y el totalitarismo,
no escuchan sino al esbirrismo,
que le lame las botas,
para recibir dinero o cuotas.
XXV
Así está nuestro país,
manejado por los apátridas,
que le mintieron al pueblo,
ganando tremendos sueldos.
XXVI
Hoy se quieren lamentar,
con la crisis y la inconformidad,
la economía se hunde en el hoyo,
navegando en un triste arroyo.
XXVII
El Estado gordo y perezoso,
ya no puede caminar;
está enfermo e incapaz,
y sólo quiere vomitar.
XXVIII
Fusionando ministerios,
que sólo hicieron desgobierno,
un Estado triste y sin dinero,
ahora tiene que pasar el sombrero.
XXIX
Con la prepotencia conservadora,
que siempre les ha caracterizado,
aunque se disfracen de izquierdistas,
a nadie engañan estos oportunistas.
XXX
Llegaron al gobierno y despilfarraron
todo lo que se les atravesaba por su
lado,
porque
tristemente creyeron un día,
que nunca el dinero se les agotaría.
XXXI
¿Y ahora? como dijo Bucaram,
¡qué medida es que tomarán!
sólo sé que se santiguarán,
cuando el pueblo les pida cuentas que
no rendirán.
XXXII
Llegó de Europa en viaje oficial,
asustado de tanta protesta social,
arengando a sus vasallos a verlo,
para que salgan a defenderlo.
XXXIII
El pueblo ya no vive de lamentos,
sabe bien que él inventó este cuento,
de que los ricos paguen más,
para desaparecer a la inequidad.
XXXIV
Y llegó a su palacio con cara de
sorprendido,
al ver que sus partidarios tristes y compungidos,
cantaban sin fuerza por todo lo
sucedido,
solo estaban sus lacayos de saco y
corbata,
esperando y esperando poder cobrar su
plata.
XXXV
Y con todo lo acontecido,
siguió con la necedad,
de crear “leyes”,
que es toda ilegalidad.
XXXVI
Pero pasaron un par de horas,
pues tuvo que retroceder,
y la dejó en stand by
a “sus leyes” sin ningún poder.
XXXVII
Pero la arrogancia y la petulancia,
no lo dejan meditar,
sin dudar es más poderoso,
que el mismo Dios milagroso.
XXXVIII
Retó a la oposición,
sin ninguna complicación,
a una revocatoria de mandato,
donde él les gana con desparpajo.
XXXIX
Ponga las barbas en remojo,
mi estimado mandatario,
porque el pueblo ya no quiere
calvario,
y quiere ganarse el pan con fecha y
calendario.
XL
Hoy te cuento mi hermano,
empieza a temblar el tirano,
porque se le pasó la mano,
cobrando un impuesto pagano.
XLI
El pueblo despierta cansado,
de vivir amordazado,
por un gobierno que le quiere quitar,
a un pueblo todo derecho ganado.
XLII
Hoy protestan miles,
mañana serán cientos de miles,
después un millón,
y terminará huyendo con resignación.
XLIII
Pasará a la historia con triste
memoria,
como un mentiroso más,
sin pena y sin gloria,
la historia, lo juzgará .
XLIV
Al fin el pueblo entendió,
que para ser comunista,
no sólo hay que ser,
sino también parecer.
XLV
La experiencia lo ha mostrado,
comunistas de grandes estados,
han vivido como oligarcas,
y el pueblo avasallado.
XLVI
La prepotencia y el autoritarismo,
se encontraron cierto día,
y llegaron a la conclusión,
que al pueblo se le miente,
utilizando el nombre de la inclusión.
XLVII
El buen vivir es una ilusión,
inventada por el gobierno,
para crear grandes pipones,
que duermen en el sueño eterno.
XLVIII
Disfrutando de beneficios,
que nunca imaginaron poseer,
porque se encontraban sin oficio,
cuando llegaron al poder.
XLIX
Ya viene llegando,
el tiempo se les está acabando,
de gobernar en dictadura,
atropellando los muy cara dura.
L
Pero esto aún no acaba,
siguen poniendo trabas,
a quienes protestando
en las calles,
los siguen vilipendiando.
LI
Se inventan juicios ganados,
por una “Justicia” a su favor,
que no es más que puro fervor,
al gobernante “redentor”.
LII
Pero Ecuador es duro, aún si tiembla
la tierra
Y aunque se asustó la gente,
todos muy pendientes,
nos dimos la mano entre hermanos.
LIII
El Ecuador se unió en un solo puño,
por Esmeraldas y Manabí,
y el gobierno, ¡bien gracias¡, con
manos vacías,
viendo como empresarios le respondían.
LIV
Con mucha solidaridad,
debo reconocer hasta la saciedad,
que la ayuda fue nacional,
y con gran respuesta internacional.
LV
Pero aprovechó la coyuntura,
para recaudar fondos de amargura,
subiendo el IVA y los precios,
desafiando a todos como un necio.
LVI
Y todos se preguntarán,
¿a dónde fue ese dinero,
que recogió pasando el sombrero,
y con impuestos cual usurero?.
LVII
Ahora amenaza a la oposición,
de relanzar su candidatura,
sin vergüenza y con caradura,
busca apoyo en la ley moldura.
LVIII
Hecha a su medida será la ley,
para nuevamente ser candidato,
aunque reciba malos tratos,
de quien gobierna a palos y garabatos.
LIX
Y qué tristeza con la oposición,
que no entiende ni con razón,
que la Unidad es la única forma,
de derrotar en las urnas a quien
inconforma.
LX
Llegar a acuerdos sin ideologías,
es mucho mejor y con simpatía,
el poder es un servicio,
transparente y sin beneficio.
LXI
El político tiene que comprender,
que quien le dio su voto le dio un
poder,
y que se debe comprometer,
a entregar un servicio con mucho
juicio.
LXII
Una década de esperanza,
que despilfarraron a ultranza,
una década de riquezas,
alimentando a la pereza,
de funcionarios prepotentes
todos ellos inconsecuentes.
LXIII
Una década de oprobios,
una década de derroche,
todos los días y hasta en la noche,
una década alimentando odio,
de un pueblo que quiere olvidar ese
episodio.
Autor:
James Monroe
Totalmente realista!
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ResponderEliminar"Me rehúso totalmente,
a pagar por un derecho,
que es el libre pensamiento,
de un mundo predilecto.
XV
Pero a un gobierno se le ocurrió,
cobrar hasta por los derechos,
y dejar a la población,
sin ninguna explicación?"
También me rehuso a pagar por mis derechos, me rehuso a pagar(les) por sus errores, donde solo ha habido inclusión en la precariedad y sin embargo para "su riqueza", (obviamente robada) fuimos hechos a un lado, y ellos fugados.